martes, 28 de junio de 2011

Muchos leerán el argumento de mi vida, pero tú eres el que lo escribirá.

Elegí que tu fueses la persona que llenase mis días de sonrisas, que me comieras a besos, también tu voz al otro lado del teléfono. Elegí llorar por ti de vez en cuando, elegí creerme tus verdades y creerme a medias tus mentiras. Elegí que no quería otros abrazos, ni otras manos deambulando por mi pelo. Elegí nuestro mes del año y nuestro día del mes, elegí que tú fueras mi locura y mi cordura. Elegí las idas y venidas, las despedidas, elegí la impotencia y la incertidumbre. Elegí el miedo a fallar y los impulsos, elegí las miradas, elegí temblar, elegí hacerme adicta a ti, a tus manías y a tu manera de hacer las cosas. Elegí conservar intacto cada momento, y dejar huella. Elegí arriesgar y jugármela por tí
Y es que ya no me preocupo de lo que hago. Que si me caigo, pues a reír se ha dicho. Qué ya no pienso en negro o en blanco. Si hay gris, pues el gris. No me gusta lo fácil, pero tampoco lo imposible

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