miércoles, 7 de marzo de 2012

Hay dias que me pregunto ¿cuando me decias que era lo más importante en tu vida, realmente era verdad? porque ya no me creo nada.

Estábamos solos en el salón de su enorme casa, yo me encontraba muy acomodado entre su cuerpo, con la cabeza en su pecho, viendo nuestra película preferida. Pero de pronto, paró la película, me quitó de encima de él, con suavidad, y se levantó hacia el antiguo tocadiscos que tenía en el espacioso lugar donde nos encontrábamos.
Puso una canción lenta, y cuando se giró hacia mí mientras sonreía y se acercaba, me dijo:
-¿Me concedes este baile, querido?
Reí, mientras apoyaba mi mano derecha en su izquierda y me levantaba lentamente para comenzar el baile.
Nos mirábamos a los ojos cuando me besó, me cogió la espalda y me arrastró hasta su cuerpo.
El beso era algo continuo, hasta el momento en el que paró y me sonrió...
-Siempre he deseado a alguien como tú, el irreemplazable.
+Yo siempre te deseé... Y jamás dejaré de hacerlo, lo sabes.
Nos acercamos las frentes, hasta que chocaron, me tocó la nariz con la de él y subió sus manos por todo mi cuerpo hasta mis hombros.
-Te quiero.
Suspiré, metí mi mano por su camisa hasta tocar su espalda...
+¿Y por qué me quieres?
-Porque eres mío, porque cuando te tengo a mi lado eres el único hombre del mundo para mí, porque eres sólo tú.
Me mordí los labios mientras bajaba la mirada, seguidamente la subí, le sonreí y le di un beso...
Le quité la camisa blanca que tenía puesta que yo le había regalado días atrás. Me cogió de brazos y me acostó en el sillón en el que anteriormente estábamos.
Me besaba muy apasionadamente, casi tanto, que parecía que se le gastaban los labios. Me iba quitando la camisa mientras me tocaba suavemente el cuerpo, y en cuanto paró de besarme fue cuando nos mirábamos, justo igual que antes, sonriendo, como dos tontos, y me dijo:
-Sólo tú.
+Sólo yo, al que has elegido para siempre, o eso dices.
-Y sé perfectamente por qué te he elegido a ti, y por qué para siempre...
Apoyó su cabeza en el sillón, justo al lado de la mía, me miró y le dije:
+Y ¿por qué para siempre?
Suspiró, me tocó la cara mientras yo miraba su intenso color de ojos que me hacia sentirme en el quinto cielo...
-Porque sólo eres tú la persona que me hace sentir lo que siento. Me llenas, y si tú no estuvieses en mi vida, no tendría vida. Y, principalmente, porque esto es lo que hemos creado nosotros dos solos, eres mi hombre, el perfecto para mí, el incomparable. Y me da igual qué digan o qué dirán, me importa mucho más qué dirás tú o nuestro destino. Por el que si tú no estás, no existirá toda esa luz que nos une, la que nunca se apaga, ni la mismísima tormenta que le hizo perder las esperanzas a Noé con su arca. Porque para mí, tú eres mi esperanza, mi felicidad, y si no estás, vivo en nostalgia, en completa ignorancia, como si en la caverna de Platón me hallase... Por eso es para siempre.
Mi respuesta no fue otra que el beso más largo del Mundo, mientras nos revolcábamos en el sillón, que para mí, se había convertido ya en uno de mis lugares a los que iría siempre que estuviese triste, ese sillón, en el que me dijo todo lo que de verdad sentía, todo lo que realmente quería saber...
+Siempre tuyo, sin ninguna duda.
-Siempre mío...
[Y a dia de hoy, mira, fuiste tu el primero que dijo que pasase lo que pasase no querias perderme]

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