sábado, 21 de enero de 2012

Me duele ser tu amiga después de todo.

Las cosas pequeñas también son indestructibles; serán recuerdos minúsculos, pero es casi imposible hacer que desaparezcan. Puedes destrozar todos los regalos de aniversario, puedes borrar sus mensajes, puedes hacer una bola de papel con vuestras fotos.. Pero serás incapaz de olvidar la ilusión que te hizo que se acordara de ti, lo especial que te sentías cuando oías vibrar el móvil. Y que no necesitas esas imágenes para tener en tu mente su sonrisa. Que sin quererlo él comenzó a formar parte de tu día a día hasta convertirse en algo esencial, más que comer o dormir...

No elegimos de quién nos enamoramos. Porque no es algo que podamos controlar; no es algo que ocurra poco a poco, es algo que te arrasa como un tsunami.
Y un tsunami no elige qué casa va a destruir y cuáles no.

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