domingo, 29 de abril de 2012

A veces me pregunto si hay algo que sea irrefutable. ¿Sigue existiendo lo correcto y lo incorrecto? ¿Lo bueno y lo malo? ¿La verdad y la mentira? ¿Es todo negociable? Se puede dejar a la interpretación. Algunas veces estamos obligados a darle la vuelta a la verdad, transformarla, porque nos tenemos que enfrentarnos con cosas que no se hicieron para nosotros. Y a veces, las cosas vienen a nosotros

-¿Tu lugar favorito en el mundo?
-¿A qué viene eso ahora?
-Tú contesta y ya está.
-Pues ahora mismo no se me ocurre nada, es que tía, ¡vaya preguntitas!
-Venga va, mójate, que pensar un poco de vez en cuando no viene mal.
-No, dimelo tú primero y así sé por dónde vas.
-Pues.. Otoño,en París, andando por un calle repleta de gente que no sabe ni siquiera que existo, tapada hasta los ojos, con un frío de ese que te hiela los huesos y viendo como caen las hojas amarillas de los árboles. ¿Contento? Venga va, te toca y ya no tienes escusa.
-Pues...
-Venga, ¡tío! ¿Un partido de futbol en directo? ¿El concierto ése que quieres ver desde que tienes uso de razón? ¿Un viaje con todos tus amigos al paraíso de la cerveza? No sé di algo, ¡lo que se te ocurra!
-Pues no, lo que has dicho es digno de ser mi lugar favorito del mundo, pero no, es algo más especial.
-¿Anda sí? Bueno, si aún me sorprenderás y todo.
-Mi lugar favorito del mundo es aquí, contigo, rodeado de toda esta panda de gilipollas que no se pueden ni imaginar lo mucho que te quiero.

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